Me encanta llevarle propuestas simples y jugar con ellos; gustan de masajitos en la cara, en las manos y el cabeza,cantar canciones, inventar instrumentos y/o letras de canciones en diferentes tonos,
dibujar con diferentes materiales...
Pero me vine así con una sensación dentro de mí.
El de 4 años se aferró a mi pierna y me dice "No te vayas!"-si lo vieran su rostro tiene tanta luz y su sonrisa es maravillosa.-
El de 6 años dice "Yo no puedo hacer nada" - lo decía porque antes también se colgaba de mi y ahora sabe que tengo que retornar a casa.-
Finalmente, la mamá de ellos tuvo que desprenderlo de mi y llevárselo mientras el intentaba agarrarse de alguna parte. Fue como chan. Al cerrar la puerta solo oí llanto. Me dió pena.
Los chicos recordarán lo que diste -dicen- y así me pasa con ellos.
Me gustaría poder haber hecho esto con mis hermanos más pequeños, pero con Papá y su madre, las cosas no fueron bien. Lo importante es que ahora yo estoy bien.- Cuando algo te duela, no es para tí. Así que sal de ahí con la frente en alto.No es cobardía, es saber que tu valor no se mide por palabras sino por lo que estás dispuesto a ofrecer.-
Estos dos niños me muestran que doy lo mejor de mí. Mirá que hay que llegar al más grande y no sé cómo ni cuándo pero llegué. El más chiquito tiene una sonrisa curiosa y unos ojos grandes, comunicadores. Su capacidad para imaginar y tomar al vuelo las cosas te dejan sin palabras.
Ahora mis finde son movidos pero alegres y a veces me canso porque tienen tanta energía. Luego pienso que lo vale, vale todo lo que atesoro; las sonrisas, los abrazos, los dibujos, el tomarte de la mano y el sentir que a tu lado ellos se sientes seguros, el verlos salir corriendo a recibirte.
"Cuando ames con el corazón brindá un abrazo y sentí, la energía que se mueve nutre tu alma."
Gio
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