Buscada!

Se encontró  con su mirada (de aquí estoy) en el mostrador de aquel edificio, que dicho sea de paso, se hallaba invadido de personas.
Lo observó a penas unos segundos y volvió a la fila, a colocarse justo detrás de una maestra jubilada, detrás suyo unas 30 personas más aguardaban pero cada tanto que volvía a tomar conciencia del panorama, la fila iba en incremento. En las horas que había compartido con la señora había descubierto su edad: 70 años. Además que era una mujer que conocía su país como no cualquiera aunque le faltaban Las cataratas del Iguazú -Misiones-. Mujer que valoraba la industria argentina como nadie, porque la plata más valía dentro de su nación que fuera. Mujer que a viva voz decía "primero el argentino". Nacida en otra época valoraba lo que había y el país que la había visto crecer. Sabía también que ésta Argentina estaba colmada de realidades diversas. Que el norte era el olvido de muchos.

Días después encontró al joven en el curso, de hecho lo conocía de vista y su nombre A. pero jamás había percibido su mirada de conquista, esa que había esbozado en el mostrador.
Ese día ella se sentó en frente de él. La causa? Poder tener de frente al profesor de la clase y captar con detalle cada minuciosidad de las señas. Qué vaya que detenía su pensamiento!!! ; hay señas que dicen una cosa y con leves modificaciones otras. Eso le divertía mucho. Porque su grupo estaba colmado de mentes creativas, donde cada punto de fuga era captado y reído al instante.

El joven se ponía nervioso.  La tenía enfrente! Esto le permitía la buscada de su mirada y si acaso lo conseguía, sonreía por el contacto visual.
¿Qué había cambiado dentro suyo? ¿Qué había encontrado en esa chica de cabello ondulado?
Ella sentía sus ojos al asecho, lo esquivaba mientras aprendía y reía de las señas. Porque si había varias que condujeran al mismo mensaje; ella se encargaba de hacerle saber a su profesor, que escogería la más sencilla. Para qué tanto lío! (Su profesor sonreía, de su sinceridad inmediata.)

Ese día: ampliación de vocabulario. Aquel joven de todas las relaciones vinculares que le habían sido  transmitidas remarcaba "soltero" en lengua de señas (Como diciendo: ¡ese es mi estado civil!).
Ella no dijo nada. Solo lo comtemplaba como podía. Tal vez, la curiosidad fuera un permiso que podría darse, de una vez por todas...